Diego Berruecos, PRI: Genealogía de un Partido, Gal. Gaga.
Diego Berruecos en la galería Gaga, PRI: Genealogía de un Partido:
Diego Berruecos ha montado para ésta su segunda exposición en la Ciudad de México, abierta el 7 de febrero del 2009 en la galería Gaga, una aproximación al partido político más antiguo del país: PRI: Genealogía de un Partido, es una muestra fundamentada en la selección de una serie de imágenes que pretenden descubrirnos a la que es la institución huidiza por antonomasia del escenario político mexicano, el Partido Revolucionario Institucional; el PRI es un partido con más de setenta años de existencia del que se han escrito ríos de tinta en libros, revistas, tesis o periódicos; entonces, ¿Qué puede ofrecernos una muestra que se reduce a ser una breve selección de imágenes y que para la complejidad y peso histórico del Partido Revolucionario Institucional, es a todas luces insuficiente?; lo que nos revela ésta interesante muestra, es las grandes dificultades que ofrece la interpretación de cualquier tópico histórico a partir exclusivamente de la lectura e interpretación de la documentación historiográfica del hecho, ¡cosa que encima se torna extraordinariamente difícil en relación a una institución cuyo comportamiento se ha caracterizado por ser opaco, evasivo y ambiguo como lo es el PRI!; siendo la conjunción entre lo huidizo del PRI y las dificultades del proceso documental por si mismas, el rasgo más agudo y seductor de ésta muestra; de tal modo, que no es casual que las fotografías que materializan el cuerpo de ésta exposición no están acompañadas de ningún texto, salvo una carpeta que al igual que las imágenes es una selección fragmentaria de citas de algunos escritos en torno al PRI; Berruecos incluye extractos de libros de la más distinta índole, como, Los Socios de Elba Esther de Ricardo Raphael, La Presidencia Imperial. Ascenso y Caída del Sistema Político Mexicano (1940-1996) o Daniel Cosío Villegas, una Biografía Intelectual, ambos libros de Enrique Krauze, así como algunas líneas de Grandeza Mexicana de Salvador Novo, entre otros textos sobre la historia de la política mexicana que igual se mezclan con referencias a otras obras, como Nietzsche, La Genealogía, La Historia, de Michel Foucault o The Politics of Aesthetics de Jaques Ranciere, carpeta en la que se alternan estás citas con recortes de periódicos o revistas que dan cuenta de caricaturas, artículos o reportajes sobre el PRI o sus personajes; sin embargo, aun cuando se adjunta ésta recopilación de textos, nos da la impresión de que entre más nos involucramos con la selección tanto de material visual como con la escrita, ¡menos entendemos que es el PRI!; otro indicio del sentido de la exposición, me lo dio Fernando Mesta, el director de la galería Gaga, quién me comentó que algunos de los visitantes en la inauguración le recomendaban incluir referencias a tal o cual pasaje en la historia del PRI, sugerencia que según Fernando permitía completar la interpretación sobre éste partido de acuerdo a la información y particular perspectiva del espectador, proceso que nos remite a como se construye la memoria colectiva sobre cualquier asunto, esto es, a través del consenso, y que en el caso del PRI, tanto el imaginario popular como el académico, suele encontrar ligada la historia de éste partido simultáneamente tanto a la gran edificación del país en el siglo veinte como a la impermeable secrecía, corrupción e impunidad que ha caracterizado al Priísmo desde hace más de siete décadas…
Durante sus pesquisas documentales, Diego Berruecos ha llegado a encontrar diversas similitudes y diferencias: La pieza, Yo Juro, 2009, se presentó en una repisa-vitrina con 25 imágenes de priístas realizando un juramento, por lo general, de toma de posesión de algún puesto, todos los personajes están captados extendiendo al frente el brazo, con la palma de la mano hacia abajo, gesto que extrañamente recuerda al saludo Nazi; ésta ambigua genealogía visual carente de algún texto explicativo, al estar fuera de contexto, adquiere un sentido entre distante y ambiguo, como suele ser la interpretación de cualquier documento, ya que siempre existe una gran distancia entre el hecho y su registro; 1. En la foto arriba a la izquierda, se aprecia un fragmento con ocho imágenes de éste montaje, que tiene su contrapunto en otras series en las que se documentan diversas similitudes, una de ellas, Todos Los Colosios de este País, 2009, es el registro de diez monumentos ubicados en distintos sitios dedicados al malogrado candidato del PRI a la presidencia de la republica, Luís Donaldo Colosio, asesinado en Lomas Taurinas en 1994, otra recopilación que se encuentra en una carpeta que revisa otros trabajo de Berruecos, es una serie de imágenes de importantes priístas depositando su voto en alguna elección; 2. La siguiente foto, arriba al centro, proviene de uno de los tableros donde el artista asocia sus imágenes, tres de ellas corresponden a Lázaro Cárdenas, en una se acompaña del periodista Julio Scherer, las otras dos son de distintos monumentos dedicados a Cárdenas; la aquí presente es una ampliación de un extraño busto ubicado en algún lugar, protegido con una apretada cerca y acompañado con un par de bancas en un entorno en precarias condiciones; 3. La foto de la derecha arriba, es de la carpeta recopilatoria de textos de Berruecos, en ella se aprecia una nota de La Jornada sobre Ricardo Aldana y el Pemexgate; junto a ella están manuscritos algunos apuntes sobre el libroLos Socios de Elba Esther; 4. La imagen abajo a la izquierda es del propio Berruecos durante su inauguración enfrente de la foto, Colosio, Ángel Estudio, 2008, en la que aparece un busto en bronce del desaparecido político, arrumbado junto a un trapeador y otros enceres. 5. Al centro abajo, se observa una de las 80 diapositivas que conforman a la serie de imágenes titulada, Batopilas, 2008, ejido ubicado en Saltillo, Coahuila; el expresidente Carlos Salinas de Gortari junto a otros priístas ayudó a fundar éste pueblo a través de proyectos benéficos en 1976, esfuerzo cuya finalidad era crear un asentamiento que frenara la migración hacia los Estados Unidos, la imagen corresponde a una fábrica de mezclilla, que es una de las escasas fuentes de trabajo que todavía persisten en el pueblo; para la realización de ésta serie, Berruecosvisitó el ejido y tomó las imágenes de ésta serie, al hablarme sobre ellas, confirmó que el pueblo no es precisamente prospero y en las fotos se constata el deterioro e incluso abandono parcial en el que se encuentra; 6. La última imagen, abajo a la derecha, es una toma de la inauguración. Fotos. Eduardo Egea.
Un vistazo a la historia del arte.
Un vistazo a la historia del arte.
'
No obstante, más allá de los escasos alcances para entender al PRI a través de ésta muestra, el auto declarado inconcluso proyecto de Berruecos, apunta a sumarse a una tradición en el arte que establece una mirada crítica sobre la documentación histórica como herramienta de la verdad y el conocimiento: En el texto, En las Ruinas del Museo de Douglas Crimp se aborda la novela Bouvard y Pécuchet de Gustav Flaubert; estos dos personajes son un par de escribanos copistas que fallaron estrepitosamente en conjugar teoría y práctica, esto quiere decir, que fracasaron en aplicar a la realidad el conocimiento de cada rama de la experiencia humana que según ellos aprendieron en los libros, como la agricultura, química, geología, etc., e incluso, ésta peculiar dupla intentó fundar un museo privado en el que según su extravagante interpretación, toda la cultura occidental deriva del pasado celta, donde en el colmo del delirio, cada objeto que adquieren o encuentran abandonado, tiene una connotación fálica; finalmente, el par termina regresando a las bases de su oficio, que es copiar, pero esta vez anárquicamente cualquier cosa que cayera en sus manos; el proceder actual de las instituciones y la creación de conocimiento tiene un importante giro con André Malraux y su Museo sin Paredes, en donde la reproducción fotográfica de cualquier cosa cabe en ésta institución; así, como si Marcel Broodthaers mezclara las experiencias de Flaubert y Malraux, el artista belga realiza una aguda crítica al museo como contexto de legitimación, como cuando cura la exposición,Museo de Arte Moderno, Departamento de Águilas, en la que 256 imágenes sobre águilas de la más diversa procedencia temporal y cultural adquieren dudoso estatus de entendimiento cuando se alternan con el catálogo que incluye reproducciones fotográficas, éste contrapunto entre publicación y exhibición, da cuenta de los limites en la interpretación museográfica y documental a través de los procesos curadoriales; un artista fundamental que ha trabajado en los últimos años es Liam Gillick, quien ha ejecutado a lo largo de su obra una desencantada revisión sobre la manera en que se documenta y legitima el conocimiento, ampliando la experiencia de Broodthaers hacia la interpretación de la historia y la sociología; Lia Perjovschi en su pieza Subjetive Art History (1997-2004), nos revela un excelente ejemplo de los vacíos u omisiones a los que se enfrenta cualquier lectura, en ésta pieza la artista de origen rumano evidencia concientemente y sin ningún tapujo las lagunas de información sobre su propia lectura de la historia del arte del siglo veinte, ya que durante la dictadura de Ceauşescu en la que se educó, el conocimiento en cualquier área y particularmente la información del mundo exterior era muy restringida; en México un artista casi contemporáneo a Berruecos como Mario García Torres ha continuado ésta tradición, (Ver reseña sobre la galería Jan Mot), pero particularmente Erick Beltrán o Mariana Castillo Deball, han trabajado sobre las dificultades de la tensión entre la documentación visual y los medios de comunicación impresos; por caso, Castillo Deball montó en el Museo Carrillo Gil del D.F. a finales del 2006 la exposición Estas Ruinas que Ves en la que establece a través de una audio guía y una serie de relatos entre ficticios y reales que hacen referencia a 80 números que fueron distribuidos sobre una serie de vitrinas, peanas, moldes de reproducciones arqueológicas, fotografías, etc. y que junto a otros recursos, realizaban un fascinante recorrido por las vetas documentales y políticas que han conformado al maniqueo discurso de lo nacional a través de lo arqueológico y el arte conmemorativo. En éste complejo contexto es que se ubica una muestra como la de Diego Berruecos, obra que apela a una tradición artística e intelectual que aborda los problemas de la documentación y el conocimiento; ésta exposición tiene el acierto de establecer un contrapunto entre la intuición popular para interpretar y juzgar a los políticos, con un pertinente y especializado comentario sobre los problemas de la labor historiográfica en el campo del arte contemporáneo global, cosa que permite la aguda conjunción entre el feliz fracaso documental de ésta muestra en la galería Gaga, con las dificultades cotidianas que tiene cualquier ciudadano de a pie, al hacer uso de los recursos de la historia impresa para intentar entender a uno de los más inaprensibles mitos de la política Mexicana que es el Partido Revolucionario Institucional, el PRI.
No comments:
Post a Comment